”¿Para que estudiamos el cosmos, cuando sabemos casi nada de nosotros mismos? Ese estudio indica unicamente a que resultado ha llegado el hombre como consecuencia del progreso tecnico. Ese progreso lo podemos apreciar en el buen o en el mal sentido de la palabra. Pero me parece que el problema cientifico no depende del hombre; por eso, decir que es bueno o es malo no es posible. Lo unico que se puede decir es que, como resultado del progreso historico, surgio un terrible conflicto entre el desarrollo espiritual del hombre y el progreso material cientifico” Andrei Tarkovski, entrevista de Donatella Balvo, aparecida en el diario La Jornada, Mexico(s.d.) reproducida en el diario El Mundo, Lima, 18-19 de marzo de 1995.

La interrogante planteada por el cineasta ruso cuestiona la actividad intelectual y cultural, tal como se le entiende en el mundo occidental y su periferia desarrollada latinoamericana. Se nos adoctrina en el sentido de que conocimiento es poder y se privilegia el ejercicio de la fria cerebralidad. Incluso, quienes se autoconceden la condecoracion de humanistas, racionalistas y no-dogmaticos, no podrian eludir este señalamiento. ¿Acaso, en un extasis de pragmatismo, debemos de empezara conceptuarnos a nosotros mismos como peones, alfiles u omnipotentes soberanos, inmersos en un entropico ajedrez que concluiria con la mutua aniquilacion sobre una tierra de nadie?. Afirmamos nuestro orgullo de la herencia clasica grecolatina, conformada por la filosofia, la ciencia y las humanidades; mas, ¿estamos cerca de nuestros paradigmas? ¿Y el valioso aporte de las tierras de oriente, conformadas por la mistica y la religion? ¿Y que ha sido de nuestro propio aporte precolonial, el espiritu solidario y la comunion con la naturaleza, entre otras virtudes?. Para los que tenemos un pasado agnostico, pero hemos asumido una fe, sin sacrificar el sentido critico, el hombre es un pequeño ser que se realiza como parte armonica de la creacionnn, caer en la absurda idolatria de un elemento entre varios, que componen la esfera de lo espiritual -por ejemplo, el conocimiento cientifico- es una via certera a la deshumanizacion y a la muerte: y es que la internalizacion de una mentalidad cientificista y carente de referentes eticos, autenticamente ligados a lo humano, nos terminaria convirtiendo en seres-instrumento, burdos, banales y consumistas. Seres totalmente carentes de vida interior.La evolucion de la historia social, objetiva, nos lleva a replantear muchas “certezas”. El hombre no es un ser de importancia puramente cuantitativa-documental. Debe preguntarse: ¿estamos valorando lo mejor de nosotros mismos, nuestra moralidad, nuestro sentido estetico, la real busqueda de conocimiento, aquello que nos hace humanos y nos ubica en la creacion y en el devenir de la sociedad? ¿Que ha pasado con el arte, la poesia, el conocimiento de lo trascendente?